05 septiembre 2006

Montpellier 7: L’Espiguette

Otra tarde libre en la playa, y otra playa fabulosa que comentar, una totalmente diferente a la de Cap D’Agde. La playa de L’Espiguette es perfecta para la meditación zen, la arena y el mar se extienden hasta donde alcanza la vista: hacia el sur Mediterráneo abierto, hacia el este y el oeste más playa, y hacia el norte grandes dunas. No es fácil llegar hasta allí, lo que en realidad supone una ventaja, ya que gracias a su aislamiento la playa está prácticamente desierta y conserva todo su atractivo natural.

Me habían comentado que era un buen lugar para hacer senderismo, pero no lo recomiendo debido a la monotonía del paisaje. Visto lo visto me quité las chirucas y pasé una tarde playera de lo más convencional tomando el sol, bañándome mil veces y jugando al fútbol y al mechero. Ha hecho bastante calor, con lo que la decisión de pasar del senderismo ha sido tremendamente acertada.

Eso sí, debo confesar que hoy me he rendido al español. Sé que había jurado no hacerlo, pero ha sido la lengua que más he empleado en la playa. Y, por si el remordimiento autoinducido fuese poco, he sido objeto de constantes reproches de mis compañeras del curso avanzado por dejar de emplear el francés sin un motivo sólido. La policía lingüística no me da ni un momento de respiro.