17 junio 2006

Londres 5: Hyde Park

Aprovechando que hacía sol y calorcito, y que tampoco quiero saturarme, y sobre todo que estoy de vacaciones, he decidido no hacer nada. Así que de buena mañana me fui a Hyde Park a pasar allí el día paseando, leyendo o simplemente estando tirado bajo un árbol. Y qué bien me ha sentado.

La verdad es que Hyde Park no es nada del otro mundo, es más, es un parque de lo más soso. Grande es, nadie se lo puede negar, es una enorme extensión de césped y árboles desperdigados hasta donde alcanza la vista. Errando por ahí me he encontrado con alguna que otra cosilla llamativa, como el Albert Memorial (un monumento dedicado al consorte de la Reina Victoria, un derroche de mármol y pan de oro), el Marble Arch (la antigua entrada al Palacio de Buckingham, trasladada adonde no molestase), la estatua de Peter Pan (apartada de la zona donde juegan los niños... menudo despropósito), el obelisco dedicado a Speke (el descubridor de las Fuentes del Nilo... ¿será uno de los obeliscos de Gull?) o una estatua de Aquiles (dedicada al duque de Wellington, en vez de a Aquiles).

En Hyde Park Corner están el Wellington Arch y la estatua de Wellington (fans de las guerras napoleónicas, este es vuestro sitio), pero también tenemos un punto WiF, el monumento a los artilleros caídos en las dos Guerras Mundiales. Es curioso, porque a pesar de ser uno de los más espectaculares ni siquiera aparece en las guías. No os perdáis las estatuas de los artilleros en poses de molarse a sí mismo, sobre todo la del que lleva cuatro obuses del quince en los bolsillos del gabán.

Lo que ha sido una gran decepción ha sido el Speaker’s Corner. Es básicamente un enorme espacio abierto destinado a que todo el mundo pueda decir lo que quiera. Pero las dos veces que pasé por allí no había ni un solo speaker. Supongo que la libertad de prensa, la televisión e internet han acabado con esta tradición.

El parque ha estado lleno de gente todo el día, por la mañana pero sobre todo por la tarde. Supongo que la gente va allí en días como hoy a falta de playa. Y sí, había de todo: familias montando picnics, grupos de jóvenes haciendo deporte, parejas retozando, viejitos mirando, una muchedumbre esperando a que empezase un concierto, y algún que otro turista también. Me ha sorprendido mucho lo sensatos que son los ingleses en su tiempo de ocio, ya que a pesar de los miles de personas que había allí concentradas no hubo ni un solo incidente, nadie molestaba a nadie, no había música alta (salvo en el concierto) y los niños estaban encerrados en un corralito ad hoc para hacer el salvaje (y cuando los sacaban se portaban bien). Los ingleses dicen “Sorry” para todo, es la palabra más popular del metro, y los casos más extremos los he visto hoy. Cuando alguien tiraba mal un balón o un frisbee, no decían “Te jodes y a buscarlo”. El que lo tiraba mal decía “Sorry” por tirarlo mal, y el que no lo recibió decía “Sorry” por ser tan torpe de no cogerlo. Son tan correctos que asustan.

También he aprovechado para pasarme por el supermercado de la esquina, que me hacían falta algunas cosas. Y es curiosa la especialización, porque así como en los supermercados grandes tienes mucho de todo, como en cualquier otra parte, en los supermercados de calle (bueno, al menos en el mío) se especializan en cosas muy poco serias. Tienen infinitas chocolatinas (un estante de tres metros por metro y medio dedicado en exclusiva), patatillas, cervezas, refrescos y tabaco, y con esto ocupan el 90% del espacio disponible. Supongo que esas serán las necesidades básicas del británico medio. Y para enviar correo también tienes que dirigirte al supermercado. De iluso fui primero a las oficinas del Royal Mail, pero me dijeron que no, que las cartas se sellan y se echan en el super... ¿para qué sirven entonces las oficinas del Royal Mail? ¿Será que en sus sótanos tienen un casino clandestino o algo así?

El pub recomendado del día es The Alwynne, el pub pijo de turno, que está cerca de la estación de metro de Highbury & Islington. La verdad es que no creo que vuelva mucho por allí porque no es de los más baratos, pero es un sitio muy bueno para tomarse algo de relax. Tiene una terracita muy maja, algo poco habitual en los pubs de aquí, pero destaca sobre todo por lo que no tiene. No hay tele. No hay fútbol. No hay griterío. En realidad es probable que sí que acabe volviendo por allí.

2 Comments:

Blogger Beowulf Shaeffer said...

Por cierto, que mis chicos de Ghana le han dado lo suyo a los de la República Checa. Y después del sangriento partido de Italia y EEUU el grupo está más abierto que nunca. Sé que mi cabellera peligra, pero... ese próximo Ghana-EEUU lo voy a ver con muchísimo interés. Por muchos motivos. Go Ghana!

9:40 a. m.  
Blogger Waznei said...

Pues yo animaré a los EEUU. Me caen bien. Si marca Landon Donovan ya sería la leche.

Por cierto, me está gustando mucho la crónica del viaje.

2:26 p. m.  

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